La Fundación Española de Nutrición analiza que 100 gramos de perejil, aportan el doble de vitamina C que necesitamos a diario y, además, brinda casi un 50% de provitamina A y grandes cantidades de vitamina K.

Por esta razón, agregar una o dos cucharadas de perejil a tus comidas, incrementa increíblemente los micronutrientes. El único problema con el perejil es que se disminuyen las propiedades rápidamente a medida que pierde frescura, esto pasa en no más de tres días.

Al menos una vez, todo amante de la cocina, se ha preguntado cómo conservar el perejil fresco para tenerlo siempre a mano. Aunque el método que ofrece mayor tiempo de conservación es la congelación, la refrigeración funciona bien, siempre y cuando, sea poco perejil o tengas programado consumirlo muy rápidamente. Las indicaciones para el proceso de refrigeración son muy sencillas.

A continuación, te explicamos cómo hacer para que así puedas conservar el perejil fresco:

Conservar perejil congelado es la mejor forma de mantener sus nutrientes, siempre que se haga correctamente. Sin embargo, inevitablemente, sí se perderán un poco sus propiedades organolépticas (olor, sabor, textura, etc.). Así que, si te interesa saber cómo freezar perejil, te explicamos esta técnica paso a paso:

Compra perejil de calidad. Debe encontrarse fresco y en buenas condiciones, pues de lo contrario durará menos tiempo en buen estado una vez descongelado.

Cuando nos toca guardar este alimento, muchos no hemos preguntado si resulta mejor hacerlo entero o picado, pues en realidad depende mucho del gusto de cada quien, pero siempre es más práctico congelar perejil picado. Para ello, sigue estos pasos:

Adquiere un producto de calidad. Será imposible que obtengas un buen resultado final si partes de un perejil que ya comenzó a deteriorarse notoriamente.

Otra forma muy popular de conservar perejil fresco, es congelándolo en cubos de hielo.

Aunque, este método es el que menos nos gusta, porque el perejil queda totalmente expuesto al frío del freezer y esto le resta propiedades, nunca esta de más conocerlo. ¿Qué te parece si tomas nota de los siguientes pasos y nos cuenta cómo te resultó?

Esta combinación potencia mucho los platillos, sin sobrecargarlos, pero dándoles un gusto sobresaliente. ¡Todo un clásico de la cocina! Este condimento queda espectacular en recetas con tomates cherry, boquerones, bonito a la plancha, pollo a la parrilla o al horno, camarones salteados y pulpo con patatas al estilo Santa Clara. A continuación, te explicamos cómo congelar ajo y perejil picado de la manera más fácil.

No basta con realizar un buen proceso de congelación para así obtener un producto óptimo. También es necesario tener claras las técnicas de cómo descongelar el perejil, pues de lo contrario, se acelerara el proceso de descomposición y la perdida de propiedades una vez descongelado. Por fortuna, existen buenos métodos para hacerlo adecuadamente:

Descongela sin antelación. Simplemente, saca el perejil y úsalo. En caso de que lo hayas congelado entero, separa el tronco de las hojas y corta estas últimas del grosor que te guste. Será muy fácil porque las hojas estarán más frágiles por la congelación. Por el contrario, si ya está picado, simplemente agrega el producto directamente en la receta justo cuando esté cocinándose.

Descongela en la nevera desde la noche anterior. Algunos expertos dicen que así obtendrás un resultado mejor, pues conserva más el sabor original del perejil. Una vez descongelado, simplemente úsalo en tu receta. Este método se aplica mejor en el perejil empaquetado por partes, ya que una vez descongelado, no se recomienda regresarlo al freezer.

Descongela los cubos de perejil en la nevera. Coloca un colador sobre un plato hondo y encima del colador, deposita el hielo o los hielos a derretir una vez desmoldados. Coloca todo en la nevera la noche anterior y, una vez descongelado, estará listo para usar.

Con información de: Recetas.

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