Escritura y creatividad, un coach de vida de Fernanda Contreras

2022-11-09 18:55:27 By : Mr. Bill ZenithMachinery

La tenista que revivió la presencia mexicana en el cuadro principal del Roland Garros tiene como fortaleza la escritura en la planeación de su juego y proyectos extra cancha. Venir de una familia con herencia tenística le motivó a abrir su propio camino y elegir los mayores retos a la par del deporte.

El revés a una mano es la especialidad de la raqueta de Fernanda Contreras. Es una técnica natural a la que le ha dedicado disfrute, metodología y apuntes en libretas, donde se encuentran sus análisis detrás de cada golpe y desplazamiento.

Todo tiene un punto de partida y ese se llama: Universidad de Vanderbilt en Tennessee. Es la etapa donde encontró equilibrio entre el deporte, los estudios y el tiempo libre. Es el lugar donde también mostró que es un mito pensar que para empatar las tres cosas de la vida es conveniente estudiar una carrera “más sencilla”, le aconsejaron artes, health, pero declinó. Se graduó en Ingeniería Mecánica, la formación que también eligió su madre, quien tiene tres Maestrías en la especialidad. La Universidad la cobijó para dedicar tiempo a sus entrenamientos: “tan complicado es jugar tenis como la Ingeniería Mecánica, le comentaron. Con eso te digo cómo es Fernanda, no le gustan las cosas fáciles, le gusta trabajar”.

Su padre, Javier Contreras, cuenta a El Economista con detalles, secuencia y ánimo cómo fue el camino de Fernanda antes de verla triunfar en el debut de su primer Grand Slam en París. Sólo cinco tenistas mexicanas han conseguido entrar al cuadro principal de Roland Garros y ella, a sus 24 años, logró que la espera no fuera tan larga, pues en el 2020, Renata Zarazúa acabó con una ausencia de 20 años sin una raqueta femenil tricolor en un torneo grande.

Fernanda que hoy se encuentra en el lugar 225 del ranking WTA (singles) dejó evidencia de su proceso de trabajo desde el primer juego en la arcilla parisina. En las pausas del partido ante la húngara Panna Udvardy, tomaba asiento en la banca para confiar su análisis a una libreta. Escribir es para ella más que anotar ideas, es su personalidad y creatividad también plasmada en un libro de más de 300 páginas que habla sobre mitología y que pronto podrá publicar.

“Fernanda está escribiendo un libro, ya he leído la mitad y me faltan 300 más. Cuando nos vinimos a vivir a Estados Unidos (agosto del 2011) su coach Christo Van Rensburg le inculcó escribir en una libreta respuestas a ¿Qué hizo en el entrenamiento? ¿Qué le puede ayudar en el partido?, es como una agenda. Cuando empezó a hacer sus apuntes, sus rivales en la cancha se burlaban de ella, porque sacaba su cuaderno, pero a ella no le importaba y veo que lo seguirá haciendo. Es algo tan personal, solo ella sabe qué está pasando en la libreta”, cuenta a El Economista, su padre Javier Contreras.

Christo, extenista con 20 títulos en dobles a finales de la década de los ochenta, es el coach que se dio a la misión de pulir la técnica de Fernanda, que tiene la singularidad de jugar revés a una mano, cuando lo común es usar las dos. Trabajaron con los ejemplos de las mejores, vieron videos y analizaron la técnica de revés de grandes ex tenistas como la alemana Stefanie "Steffi" Graf y la belga Justine Henin, que alcanzaron en su época la cima del ranking.

“Ha sido un cambio impresionante en dos años. Christo le dijo que el deporte de alto rendimiento tiene que englobar la parte física, técnica y mental. Le recomendó a una terapeuta, y Fer, al principio, no estaba convencida pero ahora, va con ella con mucho gusto y le llama constantemente, le ha dado una paz y tranquilidad que creo que la ha ayudado a salir adelante. También en su equipo tiene a una fisioterapeuta”.

Javier y el abuelo Francisco Contreras llevan el ADN del tenis, ambos representaron a México en la Copa Davis, y "Pancho" Contreras, estuvo en el sitio 10 del ranking en 1957 y un año después, fue semifinalista de dobles mixtos de Wimbledon. Sin embargo, nadie influye en el estilo de juego de Fernanda.

“Tomé la decisión de ser papá y no su entrenador. Mi padre fue un extraordinario tenista, yo fui bueno, pero no al nivel de mi papá o Fernanda. Cuando ella era más chica la llevé a los entrenamientos y un día le quise corregir su derecha y me respondió: ‘mira, mi entrenador Arturo dice que le tengo que pegar así’, y ahí tomé la decisión que yo no sería su coach. Eso nos ha mantenido sin enfrentamientos, y hemos jugado, pero siempre muy distanciado de cambiar su técnica o movimientos”.

Javier explica que lo único que le ha exigido a Fernanda es estudiar una carrera y de niña, elegir un instrumento musical y un deporte, que fue el piano y el tenis. Está convencido que el sistema educativo de Estados Unidos detonó la vida deportiva de Fernanda, y si lo decide, ya puede ejercer un trabajo como ingeniera, pues recibió una oferta. La residencia americana no le ha hecho buscar la doble nacionalidad y desea siempre competir para México, como lo hizo en su adolescencia en los Juegos Nacionales y más adelante, junto a Giuliana Olmos, en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Barranquilla 2018. El entrenador Agustín Moreno convocó a Fernanda para el team mexicano.

“Agustín Moreno la vio jugar en Estados Unidos y le dio la oportunidad de jugar en Barranquilla con Giuliana. Ganaron medalla de oro en dobles y plata por equipos. Cada vez que tiene la oportunidad de jugar en dobles con ‘Gugu’, hace lo que le diga”, dice Javier.

El siguiente gran sueño de Fernanda es entrar a la qualy de Wimbledon, que se disputará del 27 de junio al 10 de julio. En el Australian Open quedó muy cerca de entrar y para Roland Garros fue obra de sincronía, algunas jugadoras se retiraron y así pudo entrar y disputar hasta la segunda ronda. Pese a alcanzar un gran objetivo, Fernanda mantuvo el equilibrio con su vida personal.

Desde Francia le envió a su papá una foto de su visita al Museo de Louvre, está con su hermana "Magdita" y al fondo, se ve La Gioconda (Mona Lisa).

“Fernanda se complementa de conocimientos culturales y eso hizo en Roland Garros”.

Antes de los 13 años, cuando aún vivía en San Luis Potosí se iniciaba en la lectura, pero en Estados Unidos encontró la facilidad de leer en las bibliotecas.

“Uno de sus autores es Dan Brown, autor del Código Da Vinci, una novela de misterio. Ha leído una gran cantidad de libros, es muy fan de Harry Potter”.

Y también, se enamoró de la serie Game of Thrones.

“Fernanda eligió unas vacaciones en Islandia, porque quería conocer dónde habían filmado la serie. Compró un dragón y lo llamaba Viserion, lo tenía en una pecera grande, en la casa. Me llamaba y me enseñaba los castillos, y no hay nada en Islandia, solo hielo, frío”, cuenta y sonríe su padre.

Con orgullo, Javier comparte a este diario fotos del viaje a Islandia y de su sueño en Francia, gracias a Roland Garros.

Fernanda Contreras tiene un dragón tatuado en el brazo, que dice que siempre la acompaña, la cuida y además siempre está de buenas.

La vida fuera del tenis es tan enriquecida como su crecimiento con la raqueta.

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