Sumergidos en el encanto de la Laguna Azul - El Nuevo Día

2022-11-09 18:35:47 By : Ms. Emily Wang

domingo, 6 de noviembre de 2022 - 1:00 p.m.

Por Raisa Rivas Español

Los ojos de los turistas del mundo están apuntando hacia Islandia.

Esta “Tierra del Hielo y el Fuego”, es un país muy pequeño, ubicado en el Norte de Europa, pero sin embargo, es enorme en riquezas naturales. Por su belleza y particularidad atrae cada vez más turistas, y al visitarlo hace solo unas semanas, comprobamos parte de sus encantos. De ellos, uno de los más espectaculares es la Laguna Azul o Bláa Iónid.

La enorme piscina termal de aguas azules, está a menos de una hora de Reikjavik, la capital de Islandia, y muy cerca del aeropuerto de Keflavik. Aunque la visitamos como parte de una excursión independiente, muchos viajeros que cuentan con poco tiempo van directo desde el aeropuerto o antes de irse del país, para no dejar de vivir esta experiencia, como de película.

De camino entre rocas de lava, tan abundante en ese país volcánico, al llegar verá el elegante spa, diseñado para cultivar el equilibrio y la armonía entre el ser humano y la naturaleza. Su diseño arquitectónico, con madera y cristales respetó el entorno natural.

En la recepción recibirá un brazalete y las instrucciones de lo que incluye su entrada. Hombres y mujeres y van directamente al área de cambiarse la ropa, donde hay “lockers”, baños (muy pocos para la cantidad de personas), y duchas. Es obligatorio bañarse desnudo antes de ponerse el traje de baño y bajar hacia la laguna. Para privacidad, las duchas tienen cortina, pero no se sorprenda de ver a numerosas personas desnudas en los baños comunes, porque los europeos no se fijarán en ello.

Cuando esté listo le darán una toalla y bajará a la laguna, que le dejará sorprendido ante lo que parece una belleza natural. Pero la realidad es que la laguna no es natural; fue construida en 1976, cuando se formó junto al campo de lava de la planta de energía geotérmica de Svartsengi.

Las famosas aguas, son aguas residuales de la central que están siendo perforadas para obtener vapor y agua caliente, y fue abierto al público en 1987. Los residentes comenzaron a descubrir las propiedades del agua que se había formado en el campo de lava y aunque algunos iban por placer, otros iban para curarse de psoriasis, una afección de la piel, porque los primeros visitantes decían que se curaban al bañarse allí. Por esto, siguen ofreciendo tratamiento para eso en una laguna privada.

Originalmente eran instalaciones bastante rústicas y limitadas, situadas al lado de la planta geotérmica, en lo que ahora se conoce como “La Vieja Laguna Azul”, y las actuales estrenaron en 1999. Ahora incluyen la gran laguna, cuevas, cascadas artificiales y sauna. Además tienen un hotel clínico para el tratamiento de la psoriasis y el Hotel Retreat, uno de lujo y muy costoso, abierto en el 2018.

Su impresionante color azul celeste viene de las partículas de sílice que abundan allí, además de algas verde azulosas y azufre, entre otros minerales disueltos en el agua. Por ello, no verá el agua transparente, más bien es como si tuviera leche. Esta se renueva completa cada dos días a través de pozos de extracción geotérmica.

La explicación para esto que dio nuestro guía, es que la sílice, compuesta de silicio y oxígeno, es un compuesto constituyente de la lava y se fusiona con el agua de mar geotérmica en acuíferos volcánicos subterráneos profundos. Cuando el agua sobrecalentada, compuesta por agua de mar y agua fresca llega a la superficie y se enfría, las moléculas de sílice se liberan y se convierten en el icónico lodo blanco, distintivo de la Laguna Azul.

La temperatura es Islandia es muy fría la mayor parte del tiempo, pero el agua de la laguna se mantiene en un promedio de unos 100 grados Fahrenheit. Hay bares alrededor y dentro de ella, pero en uno no hay bebidas, sino mascarillas. Allí le obsequiarán una dependiendo del paquete de entrada que compró, y puede adquirir otras, escogiendo entre mascarillas de silicio, algas o lava.

Cuando vaya, lleve sandalias para caminar en los alrededores, (no puede entrar al agua con ellas), pero no necesita productos de aseo, ya que le proveen jabón y productos para el cabello, además de blowers.

Puede pasar varias horas allí, comer algo en el restaurante, sentarse a buscar un poco de calor y volver al agua tantas veces quiera, pero una advertencia, una vez sale, sentirá un frío que cala los huesos. Puede comprar un boleto de entrada que le incluya una bata de baño para protegerse del frío.

En la mañana temprano o al atardecer, hace más frío pero hay menos visitantes. En invierno, podría ver la aurora boreal sobre la laguna, un espectáculo visual impresionante y en verano estar hasta la medianoche, disfrutando de la luz del sol de medianoche.

El lugar abre todo el año, y la entrada cuesta entre $58 a $60, incluyendo un trago, mascarilla y toalla. No se permite menores de 2 años. Aunque es la más famosa, no es la única atracción de este tipo en Islandia, que tiene varios gratuitos.

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