Un ciclón de solidaridad tras el paso de ETA en Centroamérica | Las noticias y análisis más importantes en América Latina | DW | 12.11.2020

2022-11-09 18:44:42 By : Ms. Shinny Xie

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Más de tres millones de personas resultaron afectadas en la región centroamericana por el paso devastador del ciclón, lo que generó también una solidaridad sin precedentes.

Eta fue la tormenta número 28 de la superactiva temporada de huracanes que 2020 deparó a Caribe. Tras golpear a Nicaragua con fuerza de huracán categoría 4 en los primeros días de noviembre, se degradó horas después a tormenta y depresión tropical, con lluvias que inundaron poblaciones enteras y destruyeron miles de viviendas en Honduras y Guatemala.

Según datos del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), el huracán Eta dejó unos tres millones de personas afectadas en Centroamérica. Guatemala y Honduras reportaron cerca de 200 muertos y decenas de miles de damnificados. En el caso de Nicaragua, se informó de unas 5.000 personas afectadas en la zona norcaribeña, así como de la muerte de dos mineros en un derrumbe, aunque el gobierno no confirmó esos decesos.

Toda Centroamérica se declaró en alerta desde que Eta comenzó a impactar el territorio desde el mar Caribe, y en medio del desastre surgió la solidaridad entre los países de la región.

El hecho de que Eta no golpeara tan duramente a El Salvador como a sus vecinos, hizo que el presidente Nayib Bukele resolviera auxiliar a Honduras y Guatemala de forma casi inmediata. La ayuda alimentaria, valorada en dos millones de dólares, fue entregada por unos 200 socorristas que salieron del país organizados en brigadas de apoyo junto a rescatistas y especialistas médicos.

El ministro de Defensa Salvadoreño, Francisco Merino, dijo que se trató de una ayuda sin precedentes entre los países centroamericanos.

"Vamos a colaborar el tiempo que sea necesario” en tareas de coordinación, logística, búsqueda, búsqueda en aguas rápidas y rescate, declaró Mario Durán, presidente de la Comisión Nacional de Protección Civil y ministro de Gobernación de El Salvador.

Inundación en Neta, Hunduras.

"La solidaridad empieza entre los vecinos y hermanos centroamericanos. Agradezco a Nayib Bukele el apoyo de El Salvador a Guatemala y Honduras por poner a disposición 100 rescatistas y un millón de dólares en paquetes alimentarios para cada país”, publicó vía Twitter el expresidente guatemalteco Vinicio Cerezo, secretario general del SICA.

En un convoy de medio centenar de camiones, los salvadoreños trasladaron 60.000 paquetes de alimentos, 30.000 para Honduras e igual cantidad para Guatemala, con un peso total de 2.000 toneladas. En un tuit, el presidente salvadoreño agradeció a sus homólogos Juan Orlando Hernández y Alejandro Giammattei por "aceptar la ayuda, agilizar los trámites y quitar la burocracia”.

En Honduras, miles de personas salieron a las calles y recibieron con aplausos a la caravana de camiones salvadoreños a su ingreso al país por la carretera occidental. "Bukele, Bukele...", gritaban los vecinos de las zonas fronterizas, mientras ondearon banderas de Honduras y El Salvador, en agradecimiento por el apoyo humanitario.

Carolina Recinos, comisionada presidencial para asuntos del gabinete de El Salvador, dijo que el gobierno de su país también envió apoyo en maquinarias pesadas para limpieza y remoción de escombros en zonas afectadas.

Tras el paso de Eta y en espera de otro sistema que podría transformarse en tormenta tropical, y eventualmente en huracán, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) otorgó a los gobiernos de Nicaragua y Honduras una donación de un millón de dólares, a repartirse en partes iguales.

"El BCIE por más de 60 años siempre ha apoyado a sus países miembros durante este tipo de emergencias y situaciones y en esta ocasión no los dejará de ayudar”, expresó su presidente Ejecutivo, Dante Mossi.

Explicó que cada país designará una entidad que coordinará la correcta implementación de los recursos, que podrán ser utilizados para compra de alimentos, agua potable y demás bienes de uso primario; compra de medicinas, colchones y otros materiales requeridos en los albergues de damnificados, así como materiales y mano de obra para la construcción o reparación de viviendas, puentes y la red vial. También podrán destinarse a la compra de insumos para la recuperación de siembras agrícolas afectadas por el poderoso ciclón.

Miles de viviendas precarias fueron arrasadas por los vientos o las inundaciones generadas por el ciclón Eta. En Guatemala, los deslizamientos de tierra también destruyeron viviendas como esta de la Villa de Queja.

Los hondureños reaccionaron molestos con el gobierno por la lentitud en declarar la emergencia y en el rescate de decenas de miles de personas que quedaron aisladas por las inundaciones en el valle de Sula, en el norte del país.

También denunciaron que en algunos sitios miembros de iglesias, organizaciones sociales y particulares que transportaban ayuda fueron retenidos por militares que los obligaban a entregar los cargamentos y distribuirlos entre entidades gubernamentales.

En el caso de Nicaragua, una semana después del paso huracanado de Eta, más de 1.000 familias seguían clamando asistencia humanitaria al gobierno de Daniel Ortega.

En la empobrecida región Caribe Norte de Nicaragua, Eta causó la destrucción de unas 1.700 viviendas.

Uno de los sitios más afectados por el impacto del ciclón es la comunidad de Wawa Bar, al oeste de Puerto Cabezas, donde Eta dejó en escombros unas 450 viviendas. Según un informe preliminar del gobierno, el huracán destruyó más de 1.700 casas en la región norcaribeña, la mayoría frágiles construcciones de madera.

"Cuando el huracán vino, nosotros estábamos en nuestras casas aquí. El viento estaba soplando, el mar subiendo. Ahí estábamos nosotros cuando estaban cayendo los palos (árboles)”, dijo el pescador Jefferson Henríquez, de 22 años, a un periodista que visitó Wawa Bar. "Esa era la casa de mi mamá y allá estaba la de mi hermana”, contó señalando con tristeza el territorio desolado.

Dirigentes opositores y de ONG en Managua también denunciaron que el gobierno envió patrullas de policía "para asediar y amenazar” a las personas que estaban recolectando ayuda humanitaria con el objetivo de enviarla a las zonas afectadas. Una parte de esa ayuda logró trasladarse luego a través de la Cruz Roja, según se informó posteriormente.

Tifón, huracán y ciclón son tres formas de referirse a un mismo fenómeno extremo: el ciclón tropical. En Asia oriental y sudoriental se le llama tifón, frente a las costas de América del Norte huracán y en la India ciclón. A pesar de los diferentes nombres este fenómeno surge de la misma manera.

El agua se evapora a temperaturas mínimas de 26 ° Celsius. El vapor de agua se condensa, después el aire se calienta y empuja el aire más frío hacia arriba. Así se generan vientos que se desplazan hasta a 350 kilómetros por hora.

Debido a la rotación de la Tierra, el aire comienza a girar en torno al centro de la tormenta, que puede medir hasta 50 kilómetros de ancho. Aquí se ve casi completamente despejado.

Cuando el ciclón sobrepasa la costa, tierra adentro, pierde el motor que lo mueve, porque ya no tiene el agua caliente debajo. Son las grandes cantidades de agua lluvia las que causan los mayores daños, como las que dejó el tifón Nanmadol (China) en agosto de 2011.

Sandy fue uno de los huracanes más poderosos jamás registrados en el Atlántico. Este huracán generó olas gigantes de cuatro metros, incendios, cortes de energía, rotura de diques. Sandy causó inmensos estragos a su paso a más de 145 kilómetros por hora en América del Norte. Nueva Jersey y Nueva York fueron especialmente afectadas.

Los tornados no son solo fenómenos del trópico, pueden aparecer en cualquier parte en donde choquen grandes masas de aire caliente con aire frío: las corrientes de aire caliente suben, mientras las de frío se precipitan hacia abajo. En este choque, el aire caliente forma un remolino que rota cada vez más rápido hacia arriba. Los tornados tienen como máximo una amplitud de un kilómetro.

Debido al aire caliente que se eleva rápidamente se crea una especie de moco de elefante, muy característico de un tornado. Allí, la velocidad del aire es enorme: hasta 500 km / h. Por esto, entre los huracanes, el tornado es el campeón mundial de velocidad.

En el medioeste de Estados Unidos se presentan cientos de tornados cada año. En esta zona chocan corrientes de aire frío y seco del norte con corrientes de aire húmedo y caliente provenientes del Golfo de México. En Alemania también se presentan tornados, sobre todo en las costas del Mar del Norte y el Mar Báltico. Sus efectos devastadores pueden abarcar varios kilómetros.

La región aún tiene "un largo trecho por recorrer" para prevenir y mitigar los riesgos de desastre generados por huracanes, tormentas tropicales e inundaciones por lluvias asociadas a estos, advierten expertos.  

Mientras Eta se retira y se contabilizan sus daños, en DW recordamos los huracanes y tormentas más destructivos y letales que han golpeado a América Latina y el Caribe en las últimas dos décadas.  

La cifra de víctimas, damnificados y daños por los deslaves e inundaciones sube a cada momento.  

El fenómeno natural avanza por el Caribe hacia las costas de Honduras y Belice, el cual amenaza con convertirse en huracán de categoría 1, según el Centro Nacional de Huracanas de Estados Unidos (CNH).

Las lluvias que dejará Julia afectarán a Nicaragua, Honduras y Guatemala, donde se podrían registrar inundaciones y deslizamientos.

El huracán Julia tocará tierra esta noche en Nicaragua y luego se desplazará al Pacífico por las costas de Honduras, El Salvador y Guatemala, donde provocaría inundaciones y deslizamientos.

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